martes, 28 de agosto de 2007

ANÓNIMO FERNÁNDEZ

Las palabras inventadas y sus definiciones dejaron de cubrir la creciente demanda interna de ironías por la que pasaba a mediados de los 90.

Esta situación me obligó a recurrir a una "ampliación de capital" expresivo . Comencé a construir frases, dejando que las palabras se buscasen para combinar sus sonidos; organicé series y categorías y puse a cada cual en su sitio.
Así nacieron los Afonismos, que tenían tanto de aforismos como de afonías.

El nuevo documento (también de bajo coste), firmado por Anónimo Fernández, prometía más que los anteriores y, de hecho, a punto estuve de pagar por editarlo. Pero la editorial, tras las primeras conversaciones, dejó de enviar señales y nunca supe si había quebrado o si "ni pagando". Preferí no preguntar.

La producción de Afonismos se paralizó y todo quedó en un montón de palabras. Anónimo se retiró momentáneamente y, desde su anonimato en el país de las ocurrencias, sueña con un resurgir del género afonístico que con tanto esmero cultivó.

lunes, 27 de agosto de 2007

EL INVENTOR DE PALABRAS

Otra de las identidades que adopté a principios de los años 90 fue la de El inventor de palabras.
Intentaba encontrar un hueco en algúna publicación y , de todas las secciones que propuse, tuve éxito con ésta en un periódico mensual que se llamaba El Periódico de las Comarcas Mineras y se editaba en Mieres.
La idea era muy sencilla: los lectores nos enviarían las palabras que inventasen y yo me ocuparía de elegir las mejores para publicarlas en la sección. Es decir, yo no inventaba nada.
El problema surgió al darme cuenta de que sólo un "inventor" muy voluntarioso nos enviaba sus palabras (cuatro, en total) ... así que, viendo que la continuidad de la sección pelibraba, me puse manos a la obra. Inventaba a todas horas y, cuando ya había garantizado el suministro, me ilusioné con llegar a las 200, luego a las 500 y así sucesivamente hasta que, ya con vistas en las 1000, la idea original se reconvirtió en hacer un Diccionario de Palabras Inventadas. (Si hubiera sabido que a los cuatro meses me despedirían ...)
Pero la vida da muchas vueltas y, al cabo de los años, si bien no he hecho el diccionario, sí he vuelto a publicar la sección en una revista, OCA.Ocio y Cultura en Asturias (http://www.guiaoca.com/). (La sección no aparece en la edición digital, sólo en la impresa).
Podría ser una (buena) idea intentar culminar (esta vez sí) con vuestra ayuda el citado diccionario. Ya hablaremos.

viernes, 24 de agosto de 2007

PRESENTACIÓN

Soy una persona de mediana edad, de mediana estatura y de mediana inteligencia. Vivo en un piso pequeño y trabajo en una empresa grande.

Mis aspiraciones siempre fueron medianas o grandes y mis conquistas (literarias), más bien pequeñas.

Hace más de diez años escribía algo casi todos los días y desarrollé varias identidades para abordar diferentes estilos. Al final, me hice un lío y opte por alejarme de las palabras o, mejor dicho, de tantas palabras.

Una de aquellas identidades fue la de Julio Viernes, como homenaje a Julio Verne y a la imaginación. Escribí una especie de libro titulado "De nuestro corresponsal en la Luna" que no era más que una serie de crónicas basadas en la observación, en las que proponía posibles o imposibles soluciones a determinados problemas de la época.

Edité unos siete u ocho ejemplares en formato "encuadernación de gusanillo" (con tapa transparente por detrás), que regalé a otros tantos amigos o familiares. El éxito fue evidente y las predicciones ... ahí han quedado, como las de un modesto aficionado a la anticipación.